Explosión de pipa de gas en Iztapalapa deja al menos 8 muertos y 94 heridos
Una tragedia sacudió este miércoles a la Ciudad de México cuando una pipa cargada con 49,500 litros de gas licuado de petróleo volcó y explotó cerca del Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa. El saldo preliminar es de al menos ocho personas fallecidas y 94 heridas, muchas de ellas con quemaduras de segundo y tercer grado.
Impacto devastador y escenas de pánico
La explosión provocó una onda expansiva que afectó a más de 30 vehículos y generó una nube de humo visible desde varios kilómetros a la redonda. Vecinos y testigos narraron escenas de caos, con personas corriendo y buscando refugio mientras las llamas consumían todo a su paso.
Respuesta institucional y atención a las víctimas
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, informó que 67 personas permanecen hospitalizadas, 22 de ellas en estado crítico. Se han desplegado brigadas médicas y psicológicas para brindar apoyo a las víctimas y sus familias. Además, se ha activado un censo para identificar las necesidades inmediatas de los afectados.
Investigación en curso y cuestionamientos a la empresa responsable
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) han iniciado una investigación para determinar las causas del accidente y verificar el cumplimiento de las normativas de seguridad por parte de Transportadora Silza, la empresa propietaria de la pipa. Preliminarmente, se ha señalado que la unidad carecía de seguros vigentes, aunque la empresa ha emitido un comunicado asegurando que cuenta con pólizas actualizadas y asumiendo su responsabilidad en el incidente.
Lecciones del pasado y llamados a la acción
Este trágico suceso recuerda a la explosión de San Juanico en 1984, una de las peores tragedias industriales en la historia de México. Organizaciones civiles y expertos en seguridad industrial han hecho un llamado a las autoridades para reforzar las regulaciones en el transporte de materiales peligrosos y evitar que hechos como este se repitan.
La comunidad de Iztapalapa y la Ciudad de México en general se han unido en solidaridad para apoyar a las víctimas y sus familias, demostrando una vez más la fuerza y resiliencia de la sociedad mexicana ante la adversidad.