Ejecutan a dos presuntos implicados en el asesinato de Carlos Manzo en Michoacán

14 de noviembre del 2025

Los cuerpos fueron hallados sobre la carretera UruapanParacho; suman ya tres los señalados en el crimen que han sido muertos a tiros


Hallazgo en carretera y confirmación oficial

La Fiscalía del estado de Michoacán confirmó que los restos de dos jóvenes uno de ellos menor de edad fueron localizados a un costado de la carretera UruapanParacho, en la comunidad de Capácuaro.
Con estas ejecuciones ya son tres los implicados en el crimen que han sido asesinados a balazos, informó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.


Contexto del crimen y vínculo con el caso

El exalcalde CarlosManzo fue asesinado el 1 de noviembre de 2025 durante una celebración pública en Uruapan. El autor material fue identificado como un adolescente de 17 años que fue abatido en el acto, y esta nueva acción contra los otros involucrados refuerza la línea de investigación sobre el crimen organizado.
Las autoridades consideraron que los jóvenes ejecutados junto al autor material formaban parte de la cadena operativa del atentado, actuando como colaboradores que acompañaron al homicida.


Acciones de seguridad y exigencias para la paz

Tras la confirmación del doble homicidio, el gabinete de seguridad estatal y la alcaldesa de Uruapan, Grecia Quiroz, sostuvieron reuniones para reforzar vigilancia en la región y atender el problema de extorsión en el valle del aguacate, zona donde ocurrieron los hechos.
El mandatario estatal y la Fiscalía anunciaron que continuarán con la pesquisa para dar con otros controladores del crimen y evitar venganzas o vacíos de poder que intensifiquen la violencia.


Implicaciones para la gobernabilidad y seguridad regional

Este último episodio ilustra la gravedad del panorama de seguridad en Michoacán: cuando los propios señalados de un crimen político desaparecen por la fuerza, se evidencia el nivel de impunidad y desafío institucional.
Para Uruapan, municipio estratégico por su producción de aguacate y su ubicación en zonas con presencia de grupos criminales, el caso Manzo se convierte en paradigma del riesgo políticocriminal que enfrentan autoridades locales.
El reto ahora es garantizar que estas acciones no se conviertan en una venganza espontánea sino en parte de un proceso legal claro, con investigaciones que permitan recuperar la confianza ciudadana y frenar la espiral de violencia.