Dick Cheney, exvicepresidente de EE.UU., fallece a los 84 años
Figura central en la política estadounidense, Cheney murió por complicaciones de neumonía y enfermedades cardíacas y vasculares, cerrando una vida pública profundamente influyente y polémica.
Una trayectoria de poder e influencia
Dick Cheney sirvió como el 46.º vicepresidente de los Estados Unidos entre 2001 y 2009, bajo la administración de George W. Bush. Antes de ello, ocupó cargos como secretario de Defensa, jefe de Gabinete de la Casa Blanca y congresista por Wyoming. Su paso por la política marcó un giro hacia un ejecutivo más fuerte, especialmente en temas de seguridad nacional y política exterior.
Durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la subsecuente guerra contra el terrorismo, Cheney fue una pieza clave en la formulación de las estrategias estadounidenses. Su influencia también se extendió al ámbito legislativo y a las decisiones ejecutivas más controvertidas del siglo XXI.
Legado y polémicas
Su legado es complejo: por un lado, es recordado por su liderazgo durante la primera Guerra del Golfo y por reforzar las capacidades militares y de inteligencia de EE.UU. Por otro, fue blanco de críticas por su papel en la invasión de Irak, sus políticas de vigilancia y su estilo de gobierno considerado por muchos como excesivamente ejecutivo.
Además, Cheney vivió toda su vida adulta en lucha contra problemas de salud; había sufrido múltiples infartos y en 2012 se sometió a un trasplante de corazón. Finalmente murió rodeado de su familia, a los 84 años.
Impacto y mensaje final
La muerte de Cheney representa el final de una era para la política republicana estadounidense, pues simboliza un tipo de conservadurismo de Estado fuerte. Desde las esferas políticas ya llegan los reconocimientos y también las reflexiones críticas sobre su legado.
Como dijo su familia, Cheney fue un patriota que enseñó a sus hijos y nietos a amar al país, vivir con valor, honestidad y dignidad.
La nación se despide de un personaje que, para bien o mal, dejó una huella indeleble en la historia contemporánea de Estados Unidos.
