Estudian cómo los mesopotámicos experimentaban emociones físicas
10 de diciembre del 2024
Investigación revela cómo la antigua Mesopotamia sentía las emociones
Un equipo multidisciplinario ha analizado un millón de palabras de la lengua acadia, escrita en tablillas de arcilla cuneiforme, para comprender cómo las personas de la antigua Mesopotamia experimentaban las emociones en el cuerpo. El estudio, que abarca el período de 934 a 612 aC, fue publicado en la revista iScience. Los investigadores han identificado que, aunque las emociones humanas son universales, las formas en que se expresan en el cuerpo pueden variar según la cultura.
La profesora Saana Svärd, de la Universidad de Helsinki, quien lidera el proyecto de investigación, señala que los antiguos mesopotámicos tenían un conocimiento rudimentario de la anatomía humana, reconociendo la importancia de órganos como el corazón, el hígado y los pulmones. En su investigación, descubrieron que los mesopotámicos asociaban la felicidad con sensaciones en el hígado, expresando esta emoción a través de palabras relacionadas con la sensación de estar "lleno" o "brillante". Este hallazgo muestra un paralelismo con las percepciones modernas de las emociones, aunque con diferencias clave.
Similitudes y diferencias con la experiencia emocional moderna
Comparando los mapas corporales de las emociones entre los antiguos mesopotámicos y los humanos modernos, los investigadores encontraron similitudes, especialmente en las emociones de la ira y el amor. Mientras que hoy en día la ira se asocia principalmente con la parte superior del cuerpo y las manos, los mesopotámicos sentían la ira más en los pies, indicando una posible diferencia cultural en la localización emocional. Por otro lado, el amor era experimentado en las mismas áreas corporales tanto en los mesopotámicos como en los modernos, aunque también se asociaba con el hígado, el corazón y las rodillas en la antigua Mesopotamia.
Aunque los resultados son fascinantes, los investigadores advierten que debemos ser cautelosos al comparar los mapas emocionales modernos, que se basan en experiencias autodeclaradas, con los de los mesopotámicos, que se originan únicamente de descripciones lingüísticas. Esto plantea un desafío en la interpretación de cómo realmente se vivían estas emociones en el cuerpo en la antigüedad.
El enfoque de análisis de grandes conjuntos de textos, conocido como el método lingüístico de corpus, ha sido desarrollado en el Centro de Excelencia en Imperios Antiguos del Cercano Oriente (ANEE). Este enfoque se espera que sea útil no solo para estudiar las emociones en textos antiguos, sino también para explorar las diferencias interculturales en cómo se experimentan las emociones. En el futuro, el equipo planea aplicar este método a materiales lingüísticos de otras culturas y períodos, como textos del siglo XX en inglés y finlandés.
Esta investigación ofrece una nueva perspectiva sobre la universalidad y variabilidad de las emociones humanas a lo largo del tiempo y las culturas.