LISA, el primer observatorio espacial de ondas gravitacionales
05 de septiembre del 2024
La ESA y la NASA colaboran en un proyecto de mil millones de euros para explorar el universo desde el espacio
En enero de 2025, comenzará la construcción del Antena Espacial de Interferómetro Láser (LISA), el primer observatorio de ondas gravitacionales ubicado en el espacio exterior. Este ambicioso proyecto, que cuenta con una inversión de mil millones de euros y es fruto de la colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, promete revolucionar nuestra comprensión del cosmos.
LISA consistirá en una constelación de tres satélites dispuestos en formación triangular, separados por aproximadamente 2.5 millones de kilómetros, ubicados a 50 millones de kilómetros de la Tierra. Este diseño permitirá capturar las ondas del espacio-tiempo predichas por Albert Einstein hace más de un siglo.
El objetivo de la misión es desentrañar el misterio de la unificación de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza y sentar las bases para una nueva disciplina científica: la cosmología gravitacional. Las ondas gravitacionales, que se producen durante eventos cósmicos extremos como la fusión de agujeros negros y estrellas de neutrones, han sido un foco de atención desde su primera detección en 2015 por el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO) en EE.UU.
Miguel Alcubierre Moya, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, destaca que el proyecto LISA ayudará a profundizar en el conocimiento del universo, complementando el trabajo de detectores terrestres como LIGO y Virgo. Las ondas gravitacionales, al ser extremadamente sutiles, requieren observatorios espaciales como LISA para ser estudiadas con precisión, debido a las limitaciones de los detectores en la Tierra.
El diseño de LISA, con sus satélites equipados con cubos de oro y platino y tecnología láser avanzada, está orientado a detectar cambios en el espacio-tiempo del orden de una fracción del tamaño de un protón. Este nivel de sensibilidad permitirá explorar nuevas configuraciones astrofísicas y medir fenómenos tan primitivos como las ondas gravitacionales del universo primordial.
La misión de LISA también tiene el potencial de verificar teorías fundamentales sobre el espacio-tiempo, avanzar en la comprensión de la materia oscura y medir el ritmo de expansión del universo. Además, la capacidad de detectar ondas gravitacionales provenientes del universo temprano podría revelar nuevos aspectos de la física que aún son desconocidos.
La construcción de LISA marca un hito en la observación espacial y ofrece una ventana sin precedentes para descubrir los secretos más profundos del universo. Con el lanzamiento de los satélites previsto para 2035, la misión promete transformar el campo de la astronomía y la física fundamental.