París deslumbra con inauguración inédita de los Juegos Olímpicos en el Sena

26 de julio del 2024

Este viernes, París, conocida como la "Ciudad de la Luz", brilló con aún más intensidad al albergar una ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos sin precedentes. La apertura de la justa veraniega, realizada en el emblemático río Sena, marcó una ruptura con la tradición al prescindir del uso de un estadio, y ofreció una velada llena de música, danza y elementos representativos de la rica cultura francesa.

Con una duración de poco más de tres horas y media, el evento comenzó en el icónico estadio de Francia con la retransmisión de una película protagonizada por el cómico Jamel Debbouze y el ex futbolista Zinedine Zidane. La ceremonia continuó con el tradicional desfile de delegaciones nacionales, que, a pesar de una persistente lluvia, transformó la capital gala en un gran teatro al aire libre.

Unos seis mil 800 deportistas navegaron por el río Sena en 85 embarcaciones, cubriendo un recorrido de seis kilómetros. Durante el trayecto, tanto los atletas como los aproximadamente 300 mil espectadores fueron deleitados con actuaciones musicales y dancísticas celebrando la cultura y la historia de Francia.

Entre los actos destacados, la cantante estadounidense Lady Gaga abrió el espectáculo con una actuación en unas escaleras frente al Sena. Acompañada de un grupo de ocho bailarines con abanicos de plumas rosadas y vestimenta negra de Dior, Lady Gaga interpretó temas como Mon Truc en Plumes en honor a la célebre bailarina Zizi Jeanmaire. Además, Aya Nakamura, la artista francófona más escuchada a nivel mundial, deslumbró con un popurrí de sus éxitos junto a la Guardia Republicana, vistiendo un deslumbrante traje dorado.

El evento también se vio marcado por medidas de seguridad sin precedentes. Horas antes de la ceremonia, ataques vandálicos en la red francesa de trenes de alta velocidad llevaron a las autoridades a desplegar 45 mil agentes de policía y 10 mil soldados para garantizar la seguridad de la multitud.

A pesar de los desafíos, la ceremonia inaugural fue recibida con entusiasmo y admiración, consolidando a París como el centro del mundo olímpico en esta edición de los Juegos.